Nocturnos para una ciudad desgraciada

Nocturnos para una ciudad desgraciada

«Una de las características de la imagen de la ciudad actual, especialmente la latinoamericana, es que la urbe no gobierna lo que crea (…) la angustia que genera la ciudad proviene de ofrecer, por un lado, el sentimiento de que el ser humano es completamente libre en su habitar, habiéndose desligado de dependencias del mundo rural y de los rigores del clima, y, por otro, de entregarle la libertad como imposibilidad de acuerdo de las voluntades y como ingobernabilidad de la aglomeración.(…) Si en Bachelard la imagen poética de la casa se convierte en un instrumento de análisis del alma humana feliz, integrada, virtuosa, la imagen de cuidad, especialmente latinoamericana, puede ser instrumento de análisis del alma desgraciada». La Ciudad y las Palabras, Hernán Neira.

Un paisaje como manifestación del incosnciente

Un paisaje como manifestación del incosnciente

A modo de apunte volvemos a los márgenes de la ciudad y nos hacemos la misma pregunta que los surrealistas contestaran en sus errabundeos por los límites del París turístico: ¿es posible «ver» un paisaje como si de un inconsciente se tratara, como si la configuración del terreno alterado y las formas encontradas dieran cuenta de la irrupción de un vaciado del inconsciente?  Esto es lo que parece ocurrir en los bordes de una ciudad que no sabe qué hacer con sus desperdicios, con sus desechos. Pues, en rigor, una cultura cimentada en el consumo de lo obsoleto está obligada a negar esta perentoriedad de los bienes, y de forma casi invisible, a arrinconar hacia los espacios «banales», los «no lugares», los bordes imprecisos y contingentes esta obsolescencia de la vida doméstica. Al mismo tiempo, dichos espacios que se transforman en territorios de alteración constante se nos aparecen como parajes que debemos descifrar y dimensionar en su fenomenología.

Paradojicamente aquí la ciudad se manifiesta en apariencia sin contención ni filtros,  las quebradas y cuencas del estero se atiborran de desperdicios generando un cambio de dimensión: de paisaje a escenario.  ¿Cuál es ese escenario que encontramos coincidente con los hallazgos de la desorientación surrealista? Es una pregunta que intentaremos contestar desde la imagen. Por ahora, la edición que se ha dado a estos registros se acerca a una especie de visualidad iniciática: se generan percepciones que caen bajo el umbral de la figura y fondo frente a estímulos recurrentes y repetitivos. Se podría decir que son imágenes que se producen entre la vigilia y el sueño. Imágenes para vaciar.

La forma de hacer propaganda en Chile

La forma de hacer propaganda en Chile

Ad portas de estrenarse el interesante proyecto documental «Propaganda» , que expone de forma crítica los modos de las campañas políticas nacionales, Fotogamia refresca  las vertientes paródicas de la imagen con un trabajo realizado hace 6 años. La idea de la serie surgió, como pasa muchas veces en fotografía, del error técnico. En una sesión fotográfica que el autor realizaba para un partido político de la zona, uno de los flash externos no iluminó el rostro de los postulantes a concejal por la V región. La imagen resultante fue una silueta que despersonalizaba sin duda a los protagonistas politicos pero también evidenciaba la producción demagógica del gesto.

«El gesto en política suele presentar una asimetría en relación al discurso oral de los propios políticos. Los medios se centran infructuosamente sobre los contenidos explícitos del discurso y no pueden o no deben gastar tiempo en leer la organización y estructuración de la kinesia en la creación propagandística, el «paratexto» del relato.  Esto no impide que busquemos las microeconomías que la hacen posible. Como decía Godard, «es un trabajo» al que debemos tenerle mucho cariño para poder visualizarlo»‘.

He aquí una nota periodística del proyecto audiovisual «Propaganda»:

www.elciudadano.cl/2014/03/26/103391/estrena-la-pelicula-documental-propaganda/

Escenificaciones por encargo: la primera comunión en la fotografía social

Escenificaciones por encargo: la primera comunión en la fotografía social

Sabemos por estudios previos que la fotografía que ha respondido con éxito a los intereses e inquietudes de un grupo o clase social lo ha hecho materializando «artísticamente en lo visible» sus imaginarios.  Los fotógrafos «sociales» de antaño, como los de la actualidad -con más herramientas comunicacionales- parten de ciertas tipologías base para ir adaptándolas ante las necesidades del momento. En el caso de la primera comunión católica, hay una contínua transferencia de signos anidados en la retórica y en el protocolo de dicho sacramento. Estos elementos simbólicos que provienen del acto sacramental: la biblia, el Rosario, los Lirios, el Crucifijo, el Sagrado Corazón de Jesús, el vestido y traje blanco, se activan en una escenificación no menor llevada a cabo en el Estudio, donde la impronta del fotógrafo determina proxemias y kinesias de los actantes. En algunos casos, las indicaciones del fotógrafo solicitan un rostro más contrito o devocional de los fieles, actitudes acordes a este este ritual de pasaje. En otros, la actitud se limita a una postura. En sólo dos tarjetas se observa la manipulación puntual de la copia via trabajo de laboratorio, evidencia de la «artisticidad» del fotógrafo. Para todos estos ejemplos, el Estudio fotográfico permite transformarse en el espacio de una iglesia que los decorados han mimado casi a la perfección.

 

Hoy las condiciones de mercado han desplazado el uso del estudio a otras necesidades más seculares pero no menos ritualísticas como el embarazo.

 

 

Las tarjetas fotográficas corresponden a los Estudios Pacheco y Miller de Valparaíso y habrían sido realizadas dentro de la primera mitad del siglo XX. La mayoría forman parte del album particular de la familia Astorga a la cual agradecemos su cooperación.

 

Mauricio del Pino Valdivia.

Agosto: Un homenaje a «Las Alas del Deseo»

Agosto: Un homenaje a «Las Alas del Deseo»

Dentro de la filmografía importante de Wim Wenders se encuentra la antologada película «Las Alas del Deseo» de 1987.
En ella hay un secuencia muy sugerente y reflexiva de planos de conductores desplazándose velozmente, donde escuchamos la en voz en off de uno de los personajes (un angel) quien se pregunta  por la existencia de innunerables ciudadanos dirigiendose en soledad hacia un destino que no conoceremos nunca.

Dicha secuencia de rasgos poeticos y filosóficos ha inspirado esta serie fotográfica en proceso que intenta hacerse la pregunta por el ser pero desde las carreteras triunfantes de Chile.

«Wim Wenders —según sus propias palabras—, ya radicado en los Estados Unidos, volvió a Berlín con la idea de hacer un fim sobre ángeles y sobre la ciudad dividida por el muro. Le pidió a su amigo y guionista Peter Handke que escribiera una historia sobre ángeles, pero Handke le dijo que no se sentía capaz de hacerlo. A los pocos días, Handke lo llamó diciéndole que podría escribir algunos monólogos para que Wenders empezara a filmar. De modo que el film se llevó a cabo partiendo de una idea muy vaga, sin guión, filmando escenas sueltas en una especie de brain storming con los actores. El primer resultado fue un film casi mudo al que luego se le fueron agregando en off, voces y pensamientos de los personajes(…) El argumento gira en torno a dos ángeles invisibles que sobrevuelan el Berlín de la posguerra, observando y catalogando el comportamiento humano; la depresión y la desesperanza de las almas en la ciudad dividida por el muro.»

http://www.unpsicoanalistaenelcine.com/10.php

En los jardines de Versailles

En los jardines de Versailles

Muchos proyectos fotográficos han nacido de la observación de lo doméstico y ordinario.  En este contexto de una percepción fotográfica, me parece sin embargo, que los viajes permiten desterritorializar la mirada y potenciar el flujo de nuevas ideas. Esta serie menor da cuenta de una relación familiar en viaje : la madre que es observada por su hijo acompañante por los jardines de un Versailles.