Entrevistas

Fernando Rosa

por | Mar 2, 2022

Nacido en Valparaíso, Chile. 1978. Máster en Fotografía (c) Universidad Politécnica de Valencia y Comunicador Audiovisual. Ganador de la Beca de Fotografía del Fondo de las Artes, Gobierno de Chile los años 2007-2009-2010-2014-2017. Ha expuesto en Chile, México, España, Inglaterra y Bélgica. Actualmente vive con una beca en Valencia, España, desde donde desarrolla sus diferentes proyectos fotográficos.

-Habiendo afirmado varias veces que el formato panorámico lo utilizas porque la imagen “gana una potencia casi cinematográfica”, puedo interpretar entonces que intentas generar una experiencia casi inmersiva, en el sentido que el espectador debe darse un tiempo para recorrer esta extensión del plano. ¿Cómo lo ves?

-Desde que empecé a hacer fotografías y descubrí que se podían hacer fotografías panorámicas lo que me interesó (dada mi formación inicial como audiovisualista) fue hacer una fotografía que implicara más tiempo en su lectura, poder recorrer la imagen con mayor tiempo. Al mismo tiempo al hacer fotografía en ese formato la composición se hace más compleja, y evidentemente hay cosas que pueden funcionar y otras no en ese formato. Hay proyectos que no se pueden hacer definitivamente bajo esas dimensiones. Cada historia, cada proyecto tiene su formato, sus recursos técnicos.

 

– ¿Qué es lo que se complejiza en la toma panorámica?
-Tienes que cubrir un espacio que es muy extenso, poder hacerlo atractivo visualmente y equilibrado, y que siga algunas “reglas de composición” se hace más complejo…porque siempre hay algo que puede sobrar por algún lado, que puede quedar desierto; en el fondo, que cumpla ciertos estándares en el interés por recorrer “un texto visual”, para mí eso es hacer fotografía…

 

-Grandes directores como Stanley Kubrick y Win Wenders explicitaron su relación con la fotografía, abordándola de forma fija o en la concepción del plano de sus escenas, ¿tienes alguna referencia cinematográfica que haya sido importante?
-Directamente no, pero creo que somos influenciados por todo lo que hemos visto, uno finalmente es un filtro, sí, me parece fascinante la filmografía de Kubrick, él fue gran fotógrafo, tal como Wenders, y cierta línea de cinematografía como la de Tarkovski, con su movimiento interno de la toma, que al final las películas son muy extensas; él sólo está preocupado de hacer planos, fotografías fijas y dentro de eso tiene que suceder algo, podríamos decir que es un fotógrafo y un director teatral, a partir de centrarse en el gran plano que genera y solo el movimiento de los actores que va realizando esta performance…

 

-Con gran parte de tu obra me seduce imaginar que esta extensión y profundidad del plano nos lleva al problema del fuera de campo, es decir, que se hace más explícito este borde, este límite una vez que hemos ganado en amplitud de movimiento, en otras palabras: ¡quiero que el plano siga extendiéndose!! ¿Eres consciente de esta tensión?
-Lo que yo siento que es definitivamente lo más interesante de las imágenes que uno hace es el porqué de la decisión de ciertos encuadres; cuando te enfrentas a una imagen en formato cuadrado, 35mm, panorámico, etc., se destaca la sensación de qué es lo que está sucediendo más allá. Siempre me ha motivado en la fotografía ese tipo de cosas.

 

-Abordemos tu serie notable “Panorama: El valor de los animales”. Si nos vamos a la definición de la Real Academia sobre la palabra se nos dice: “1. Paisaje muy dilatado que se contempla desde un punto de observación. 2. m. Aspecto de conjunto de una cuestión.” ¿Cuál es esa situación que quieres que miremos muy dilatadamente y en conjunto aquí?

-Para la serie Panorama lo que más me interesaba al principio era poder retratar este espacio de confinamiento creado en el siglo XIX que son los zoológicos, que hoy día son espacios casi de aberración; partiendo de esa base, lo que me motivaba era hacer una pequeña inmersión para poder valorar a los animales, y al final de día- yo ahora me doy cuenta- mi interés último era ver a estos animales en su “hábitat recreado”, y generar esa tensión respecto al espectador…por un lado, entonces, retratar estos animales en cautiverio y devolverles “su dignidad”, pero por otro lado, y era una cosa que se hacía muy potente, eran estos “escenarios naturales escenificados” de mejor o peor calidad hechos, algunos muy precarios, que indicaban una relación muy paradójica que tiene que ver con la realidad que se da a partir de “paisajes construidos”, y que es lo iba a desarrollar en el Master que hice en España…

 

Sabemos que una imagen llama a otra imagen. Con Panorama rememoro esa serie intensa que Garry Winogrand hizo del zoológico de Nueva York. Pero aquí no hay esa violencia del visitante o esa fuerte ironía en la mirada. Las personas están ausentes. ¿qué emociones guiaron esa mirada sobre el proyecto Panorama?

Lo que me motivó a hacer este proyecto fue el tema de que sabemos que el final está cerca. “Más temprano que tarde”, sabemos que esto se va a acabar. Y me parece muy triste que un lugar que albergó a estos animales, y que hay esfuerzos de mucha gente por realizar ese proyecto se dé por finalizado, y no exista un interés por dejar un registro de lo que fue, para que la gente pueda en el futuro dar su opinión de lo que fueron estos espacios. Fue una motivación sentimental, respecto a el Zoológico Nacional, que nació con una concepción de mundo que estaba desapareciendo a principios del siglo XXI, y también, como te dije, poder llevar a los animales a un espacio de dignidad, trasladarlos desde el confinamiento hacia el espacio expositivo…

 

-Una serie anterior es Santiago que yo percibo que prepara la siguiente obra. ¿Cómo se gestó esta idea sobre la ciudad y que buscabas decir aquí?

-La serie de Santiago nace de una pequeña intuición, de una idea, de las ganas de conocer más allá. Tú sabes que soy de Valparaíso, derivé a Santiago por los estudios, pero siempre me llamó la atención poder conocer un poco más la ciudad. Siendo una ciudad muy extensa, muy segregada, con lugares a los cuales quizás jamás vas a ir, comencé sacando fotos en lugares que ya más o menos conocía y que me parecían interesantes, y empecé a estructurar recorridos a lugares desconocidos, tratando de cubrir humildemente, en la máxima extensión que yo pudiera, esta ciudad, poder abarcarla de una manera muy limitada. Pero a mí tampoco me interesaba hacer un registro tan estructurado en el cual estuviera representadas todas las comunas de Santiago, fue como un caminar. Por supuesto, en el proyecto hubo ciertas líneas que me interesaron como la arquitectura, por ejemplo…

 

-Algo me sucede con “Santiago”: prácticamente tampoco hay personas. Es como si nos hubieras invitado a ver los decorados de una escena en la cual pronto irrumpirán los actores. La utilería está a la vista esperando ser ocupada, indicando cierta teatralidad, cierta pérdida de realidad. ¿Es Fernando Rosa un actor más?

-Todo lo que me mueve en la vida, todo lo que tiene que mover mi vida debe tener un poco de magia. Como las películas de Tim Burton. Por ejemplo, yo, que no soy un especialista del teatro, me gusta mucho eso que se da: el ambiente, su carácter mágico; si tuviera dinero para invertir me gustaría tener un teatro, siempre me ha interesado pero es por el tema de los decorados, entonces lo que sucede con Santiago, es que hay lugares “reales” que existen en la ciudad que pasan a un nivel como si estuvieran “montados”, como lo que hace Thomas Demand, que hace “interiores” decorados, que fotografía, y que parecen reales pero que son de cartón.

 

Por último, me interesa abordar tu método de trabajo. Todos los fotógrafos tienen uno, aunque no todos son conscientes de ello y eso no es malo. ¿Generas apuntes? ¿Carpetas que agrupas? ¿Haces fotos con anterioridad como un ensayo? ¿cómo empiezas un proyecto?

Por lo general, hay ciertas cosas que me llaman la atención y esas cosas me quedan dando vuelta, y empiezo a investigar y luego de eso lo evalúo si tiene alguna salida práctica, en el mismo instante también hago una evaluación técnica, de viabilidad para poder concretarlo, claro, hay ciertos proyectos que puedo hacer sin pedirle un peso a nadie, pero para proyectos más grandes hay que conseguirse un auspiciador. Y también pensar de qué otras cosas poder asirme para poder concretarlo, por ejemplo, conmemoraciones históricas, temas, y luego de eso lo que yo hago es hacer fotos, simplemente por el placer de hacerlas, comienzo haciendo fotos como una pequeña maqueta y luego reparo si tiene sentido, luego de eso empiezo a estructurar un pequeño proyecto. Bueno, las puertas que uno tiene para tocar aquí en Chile son los fondos del estado, ellos piden que estén muy bien estructurados los proyectos, que estén bien armados….