Deconstruyendo la cirugía estética
«Cirugía a la estética distinta»
La serie presentada por Daniela Bertolini se posiciona de forma intersticial respecto a la práctica quirúrgica en un caso de cirugía estética. Indudablemente, en esta práctica médica la paciente ha elegido la intervención con un fin corrector de su apariencia. Lo cautivante es la operación de la cámara: en un primer momento, fragmenta y detiene en primeros planos las manos enguantadas de médicos. La luz cenital y focalizada (propia de los quirófanos) hace que estas extremidades emerjan sin solución de continuidad sobre un fondo negro llevando al espectador a percibir la situación como si de una escena se tratara. Este efecto lo describiríamos como de coreográfico. ¿Una danza que recupera los movimientos invisibles de la fina psicomotricidad médica? Puede ser. La alta connotación plástica que tienen estas imágenes abre la posibilidad del diálogo con otras obras visuales y no extraña entonces que la autora se haya referido a Rembrandt para hacer alusión al dominio de la luz sobre la anatomía. Estos densos claroscuros nos recuerdan también los artilugios maestros de Caravaggio para quien la luz debía presentar a los objetos de una manera viva de tal forma que el espectador se sintiera dentro de la escena misma.
A modo de segundo acto, y como una lección de política, la cámara de la autora continua con rigor fotográfico exponiendo las operaciones de poder sobre el cuerpo de la paciente. Estas acciones de cortar, remover, vaciar, trasladar, llenar y coser ponen en perspectiva lo que la publicidad niega a cada instante: que el cuerpo humano puede transformarse en un campo de batalla, y que la lucha por la imagen obdece a menudo a operaciones «descarnadas».
Mauricio del Pino Valdivia.