Escenificaciones por encargo: la primera comunión en la fotografía social

Escenificaciones por encargo: la primera comunión en la fotografía social

Sabemos por estudios previos que la fotografía que ha respondido con éxito a los intereses e inquietudes de un grupo o clase social lo ha hecho materializando «artísticamente en lo visible» sus imaginarios.  Los fotógrafos «sociales» de antaño, como los de la actualidad -con más herramientas comunicacionales- parten de ciertas tipologías base para ir adaptándolas ante las necesidades del momento. En el caso de la primera comunión católica, hay una contínua transferencia de signos anidados en la retórica y en el protocolo de dicho sacramento. Estos elementos simbólicos que provienen del acto sacramental: la biblia, el Rosario, los Lirios, el Crucifijo, el Sagrado Corazón de Jesús, el vestido y traje blanco, se activan en una escenificación no menor llevada a cabo en el Estudio, donde la impronta del fotógrafo determina proxemias y kinesias de los actantes. En algunos casos, las indicaciones del fotógrafo solicitan un rostro más contrito o devocional de los fieles, actitudes acordes a este este ritual de pasaje. En otros, la actitud se limita a una postura. En sólo dos tarjetas se observa la manipulación puntual de la copia via trabajo de laboratorio, evidencia de la «artisticidad» del fotógrafo. Para todos estos ejemplos, el Estudio fotográfico permite transformarse en el espacio de una iglesia que los decorados han mimado casi a la perfección.

 

Hoy las condiciones de mercado han desplazado el uso del estudio a otras necesidades más seculares pero no menos ritualísticas como el embarazo.

 

 

Las tarjetas fotográficas corresponden a los Estudios Pacheco y Miller de Valparaíso y habrían sido realizadas dentro de la primera mitad del siglo XX. La mayoría forman parte del album particular de la familia Astorga a la cual agradecemos su cooperación.

 

Mauricio del Pino Valdivia.