Un paisaje como manifestación del incosnciente

Un paisaje como manifestación del incosnciente

A modo de apunte volvemos a los márgenes de la ciudad y nos hacemos la misma pregunta que los surrealistas contestaran en sus errabundeos por los límites del París turístico: ¿es posible «ver» un paisaje como si de un inconsciente se tratara, como si la configuración del terreno alterado y las formas encontradas dieran cuenta de la irrupción de un vaciado del inconsciente?  Esto es lo que parece ocurrir en los bordes de una ciudad que no sabe qué hacer con sus desperdicios, con sus desechos. Pues, en rigor, una cultura cimentada en el consumo de lo obsoleto está obligada a negar esta perentoriedad de los bienes, y de forma casi invisible, a arrinconar hacia los espacios «banales», los «no lugares», los bordes imprecisos y contingentes esta obsolescencia de la vida doméstica. Al mismo tiempo, dichos espacios que se transforman en territorios de alteración constante se nos aparecen como parajes que debemos descifrar y dimensionar en su fenomenología.

Paradojicamente aquí la ciudad se manifiesta en apariencia sin contención ni filtros,  las quebradas y cuencas del estero se atiborran de desperdicios generando un cambio de dimensión: de paisaje a escenario.  ¿Cuál es ese escenario que encontramos coincidente con los hallazgos de la desorientación surrealista? Es una pregunta que intentaremos contestar desde la imagen. Por ahora, la edición que se ha dado a estos registros se acerca a una especie de visualidad iniciática: se generan percepciones que caen bajo el umbral de la figura y fondo frente a estímulos recurrentes y repetitivos. Se podría decir que son imágenes que se producen entre la vigilia y el sueño. Imágenes para vaciar.

El Lugar Nuestro

El Lugar Nuestro

Proyecto Fondart 2007. Registro y rescate fotográfico del patrimonio inmaterial al interior de un penal. Despues de varios años, el proyecto se transforma en un libro de lujo con fotografias en blanco y negro que pone en una nueva perspectiva la relación entre fotografía y diseño. Cabe destacar que la edición final contiene poemas, dibujos, cartas y otros documentos recolectados que permiten atisbar aunque fragmentariamente el sistema de vida que imperaba en aquella institución.

 

Presencias marinas

Presencias marinas

Entre los años 2000 y 2004 se registró una pequeña parte de la costa central a diversas horas del día y con procedimientos, cámaras y material fotosensible de diferentes características y calidad. Algunas tomas se hicieron en la noche con largas exposiciones lo que modificó el color real.

Para reforzar la brumosidad de la costa (al día siguiente de un temporal) se procedió al desenfoque y al empañamiento de la óptica. En algunas tomas se ocupó una cámara desechable Kodak (acuática) que incorporaba una película de 800 ISO. En varias fotografias la exposición fue débil o muy intensa lo que manifestó en forma diversa el grano de la película.